Zapatillas de ballet

Habrás escuchado varias veces comentarios acerca del ballet que, como rumores, se expanden sin ser ciertos y llegan a convertirse en mitos. Se habla mucho sobre la delgadez de los bailarines, del deterioro de sus pies, o de la edad para practicarlo, pero la realidad puede ser radicalmente distinta. Aquí te contamos algunos de los mitos más populares.

Los bailarines de ballet se lastiman los pies constantemente

Como cualquier ejercicio que requiere una extrema exigencia física, es natural que los pies, la parte del cuerpo que más utilizan, sufran lesiones o les salgan ampollas. Sin embargo, a medida que los bailarines van conociendo hasta dónde pueden llevar los movimientos y durante cuánto tiempo deben entrenar, este tipo de lesiones disminuye. Si un bailarín entrena durante horas, sin parar, puede lastimarse del mismo modo que podría sucederle a alguien que camina muchas horas con zapatos incómodos.

Para ser bailarín/a de ballet hay que ser muy delgado

Mucho se dice sobre su exigencia con las dietas y sus posibles trastornos alimenticios. No es ningún secreto que un bailarín de ballet cuida su alimentación, pero no en términos de comer sustancialmente menos que una persona que no lo practica, sino para comer balanceada y nutritivamente. Sus cuerpos lucen delgados por la combinación del ejercicio y la buena alimentación; no obstante, son cuerpos fuertes y, por supuesto, muy tonificados. Como muestra para desechar este prejuicio, la nueva bailarina principal de American Ballet Theatre es una mujer con un cuerpo musculoso y muy curvado; Misty Copeland simplemente tiene un régimen marcial que la hace impresionante en escena (baila 10 horas diarias).

Los bailarines de ballet tienen los pies deformes

El hecho de trabajar tanto una parte específica del cuerpo no la deforma, al contrario, le permite desarrollar en potencia todas sus facultades. ¿Has escuchado decir que los bailarines de ballet tienen juanetes? Se ha comprobado que los juanetes tienen un enorme porcentaje de carácter hereditario, de hecho, muchas personas tienen juanetes sin haber pisado nunca un salón de ballet.

Para bailar ballet se debe nacer siendo flexible

Es cierto que algunas personas nacen siendo más flexibles que otras; sin embargo, la flexibilidad es una condición que se puede adquirir a través de la práctica y el entrenamiento.

El ballet es para mujeres

El ballet es para cualquiera que ame bailar y desee hacerlo. En pleno siglo XXI el tabú de ver a un hombre en trusa y baletas aún causa estupor en ciertas sociedades, sobre todo en Latinoamérica. Sin embargo, desde siempre, los hombres han tenido un papel fundamental dentro del ballet; sus vueltas en el aire y grandes saltos, por nombrar solo algunos movimientos, son indispensables para lograr la armonía perfecta en el ballet.

Se debe empezar a bailar ballet desde pequeño

El aprendizaje del ballet no tiene edad ni fecha de expiración. Se ha comprobado en cierto grado mayor facilidad para aprender algo cuando se es más joven; sin embargo, no existe ninguna clase de impedimento para iniciarse en el ballet en cualquier otro periodo de la vida. Incluso es posible convertirse en un gran bailarín/a siendo adulto, como ha sido el caso de grandes bailarines de la historia universal del ballet. Por ejemplo, el bailarín Diarmaid O’Meara empezó a entrenarse a los 22 años de edad cuando ya trabajaba como asistente de investigación y había sido admitido en un doctorado de Genética para estudiar la artritis.

La carrera de bailarín de ballet se acaba pronto

Si bien en los escenarios puedes ver una mayoría de jóvenes; como en cualquier disciplina física, los años de mayor productividad se viven durante la juventud; sin embargo, existen reconocidos casos de extraordinarios bailarines que siguen alumbrando hasta que son viejos y se retiran por plena voluntad.

Mira aquí una bailarina de más de 60 años interpreta el momento de la muerte del cisne blanco: ver video

El ballet es aburrido y difícil de entender

¿Has escuchado decir que las personas en tutú no tienen ninguna gracia? Bueno, pues la historia de la danza y el arte han comprobado que el ballet tiene muchos fans alrededor del mundo, personas que sienten la fuerza de su expresión y lo disfrutan más que ninguna otra cosa. Por esa razón aún se presentan obras con cientos de años de antigüedad con lleno de sala total. La mayoría de las piezas de ballet cuentan una historia a través de la música, los movimientos y la expresión del cuerpo, sólo hace falta poner atención e investigar un poco sobre el espectáculo que irás a ver.